8.7.05

365 DÍAS

365 días.

Ni uno más ni uno menos. Mañana, 09 de julio de 2005 cumplo exactamente un año que regresé de Europa. Es una fecha muy significativa para mí. Tanto que no se que pensar, qué sentir.

Fue un viaje muy largo. No hubo un día en que no pensara en México y extrañara las personas que dejé atrás. A decir verdad, algunas veces, cuando flaqueaba, sacaba la fuerza necesaria del recuerdo de ciertas personas, para seguir adelante. Mi plan original era regresarme el 22 de julio. Lo adelanté para el 9 de julio ya que quería dar la sorpresa: llegar sin que se enterara en específico una persona. Hoy exactamente, 8 de julio, estaba a esta misma hora, pero 7 horas adelantado, en España, tomando un autobús que me llevaba de Salamanca a Madrid para dormir en el aeropuerto –al cual todavía no me explico como pude llegar- y de ahí tomar un avión que me llevaría a México vía Ámsterdam…

Y pensar que el sorprendido fui yo… ¡Ja!

Un año después mi vida es totalmente distinta a como la había imaginado e inclusive planeado. Más a fuerza de las demás personas y de mi entorno que por mis decisiones y acciones. Normalmente pasa eso, el otro te va guiando por el camino.

Un año después estoy a punto de terminar mi carrera. De terminar toda una etapa de mi vida –desde que tengo uso de razón he estado estudiando, jajaja, ya deseo dejar de hacerlo-. Un año después muchas personas que estaban a mi lado ya no lo están más y otras tantas no se realmente dónde están. Amigos que lo fueron muchos años, ya no lo son más. Compañeros que lo fueron unos meses, cuando estuve en Europa me mostraron su valía estando yo lejos (Abascal). 4 años bellísimos de relación con Silvia fueron el inicio de una gran prueba, para los dos, más para ella que para mí (yo venía de estar completa y a-b-s-o-l-u-t-a-m-e-n-t-e solo durante 6 meses en Europa); 4 años que se extendieron 6 meses más. Un año después estamos en la parte final de la prueba, respondiendo las últimas ecuaciones y realizando los últimos ejercicios del examen. ¿La calificación? Uuf, no lo se. Es como esos exámenes que te preparaste mucho, que necesitas pasarlo, que sabes que tienes todo para sacar el 10 y sin embargo el profesor puede ser un desgraciado y junto con tus nervios, te traicionaron ambos. No se la calificación final. Un año después, 5 años de relación enmarcan la prueba y me pregunto…¿por qué no?
Un año atrás no hubiera escrito esto, ni de esta forma ni lo hubiera publicado. Hoy, un año después, escribo aquí de esta forma. Un año atrás no hubiera puesto su nombre para que no se supiera y mal interpretara que hablaba de ella. Un año después aprendí que el amor es sincero y valiente y nunca se esconde. Nunca. ¿Por qué no?

Un año después cuento con una página que viene a ser lo que el barco para el marinero. Mi vehículo y mi forma de ser. Un año después no soy un año más grande…soy mucho más. En un año sucedió lo que a muchos les sucede a lo largo de cinco. Un año después tengo responsabilidades aún más grandes y me toca tomar decisiones de carácter laboral, con personas bajo mi cargo y cuya labor habla, bien o mal, de mí. Un año después estoy en una oficina, teniendo una disonancia cognitiva al verme dando instrucciones a un señor 30 años más grande que yo.

Un año después, lo que yo quiero un amor que mate. ¡Porque amores que matan, nunca mueren! Un año después…365 días de por medio. Un año después es un año menos de vida, pero un año que he vivido intensamente, que lo viví. Es un nuevo cumpleaños para mí.

365 DÍAS DESPUÉS.
LUIS BENJAMÍN VARGAS GÓMEZ.
CONQUISTAR SIN INVADIR, PERMANECER SIN DOMINAR. LA RETIRADA NO ES UNA OPCIÓN. ¡HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE!

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