27.9.06

Alisio

De la fragilidad de la vida y sus consecuencias sobre nuestras almas y corazones.

De la intempestiva acción de la suerte y el destino sobre nuestros corazones que van pululando en medio de un campo yermo que tratamos de sembrar con guirnaldas, rosas y tulipanes.

Sombras que resurgen en medio de un haz de luz cuando más cerrados teníamos los ojos. Figuras que se evocan en tu recuerdo y que tratamos de olvidar.

La fragilidad con la que caminamos es tan perfecta que nos reventaremos siempre, todos, en un tiempo determinado. Nuestro destino mantiene inherente nuestro malestar, nuestra finitud, nuestra mortalidad, a tan pocos pasos y tan difícil de ver. La fragilidad forma parte de nuestro destino, llevándonos a recorrer varios caminos en diferentes envoltorios que mantienen una fecha de caducidad.

Hoy más que nunca me he percatado de la fragilidad con la cual se puede desaparecer. Antes había atestiguado la implantación de un marcapasos y lloré. Antes había atestiguado la muerte y también lloré. Sin embargo, en ambos casos la noticia estaba dada mucho tiempo atrás, ya sea por una enfermedad prolongada o por un mal diagnosticado con anterioridad sin cura aplicada. Esta vez no fue así.

Hoy, en medio de malestares propios que me traían medicado, recibí la noticia de que mi abuelo está internado y a las dos horas la fulminante: mi papá había sufrido un derrame. La sola mención me hizo sufrir, me paralizó. Sorprendentemente no lloré, sólo pude detenerme y pensar: “Dios…papá”. Y mantuve la calma hasta llegar a con mi padre. Afortunadamente se encuentra estable y podrá descansar hoy en casa. Hoy. Sin embargo, la fragilidad con que un viento alisio remueve los hilos que nos mantienen atados a la tierra es, mayormente, poderosa. Un instante nada más…

nos falta más, un poco más.

27 septiembre 2006

VARGAS GÓMEZ

25.9.06

Tres días

Unos minutos han pasado apenas desde que te dejé de ver y la desesperación pretende entrar. Tres días que han pasado como saliva en tu lengua y ya van a terminar; tan sólo tres días de tomarte la mano y pareciera como si nos hubiéramos besado por primera vez hace veinte años.

Y la incertidumbre de pensar que quizás no te vuelva a ver, me mata. Me deshace. Y veo una mujer hablando sola en una esquina, un perro ladrándole a una abeja, una pluma escribiéndole a tu oreja, mi alma llorando unas postales dentro de una carpeta.

La incertidumbre me deshace puesto que ya he probado tus labios y me lleva la muerte y su maldita suerte puesto que se han clavado ya en mi referente.

En realidad es la incertidumbre. No hay peor enfermedad que la duda, que corrompe el alma desde su misma esencia. Dudo de seguir avanzando o dar media vuelta y regresar en dónde te dejé y pedirte una vez más que te quedes, que no te vayas o que por lo menos postergues tu partida, que no son necesarias las playas y mucho menos la plata de las montañas. Dudo al imaginar la fecha de tu retorno, no sé si será en una semana, tres meses o más.

Sigo mi camino. Recorro el trayecto que separa mi casa de tu estación de salida. Tiemblo al pensar que sólo tu palabra y nuestro amor es suficiente para vencer el espacio y las barreras paternales.

Tiemblo porque no sé cuánto tiempo pasará antes de que regreses y nos volvamos a tener, porque no sé si acaso te tardarás tanto en regresar que la incertidumbre me haya matado ya.

Y sigo viendo a la mujer señalando su sombra en una esquina, el perro comiéndose a la abeja, la pluma estallando en tu oreja, y mi alma durmiendo con unas postales dentro de una carpeta.

en la ciudad de los palacios.
25 septiembre 2006
VARGAS GÓMEZ

21.9.06

Ahí

Un terreno de porquería.

El lagrimal de un niño.

Un montículo de esperanzas.

La mujer con ojos de carbón.

Un espacio de regalos.

Un estadio de palomas.

Un cigarro de amor.

Una melodía de besos.

Unos girasoles que le roban la cara al sol.

Un iglú de fornicios.

Una avalancha de orgasmos.

Un niño de bigote.

Una monja con escote.

Un Cristo con diadema en motocicleta.

Un café de jazmín.

Un planeta de uniones fraternales.

Un algo que comer y no todos tenemos.

Una guerra de bizcochos y cerezas.

Un país sin nombre donde el caos de pie a estas reglas.

Y un viaje a través de tus venas,

durmiendo en tu corazón.


Con una botella con gusto a nada

15 sept 2006

VARGAS GÓMEZ

17.9.06

El Grito acapulqueño o "No me molestes, ando espondeando"

Ya me lo habían vaticinado. Una semana antes Esponda se había encargado de calentar los motores del autor de esta crónica y de calentar hasta el hielo, excepto el coche, porque iba con el Grillo que también iba calentado. Todos estábamos calentados. Dios. Así pasó la semana hasta que dio el viernes por la tarde y a las 15:15 hrs mi autobús partía con destino a Acapulco, el paradisíaco puerto de México, donde todo puede suceder y se queda guardado en sus playas (hasta los muertos guardan ahí).

El viaje: sin palabras, baste decir que el chofer era muy lerdo manejaba con tanta hueva que hasta el camión se detuvo para no torturarse más. Después de las 5 horas y cacho de camino, llegué. Mi padre, presto, me esperaba en la Terminal y llegamos a mi casa – para ese momento yo ya había hablado con Grillo a quién le notaba la voz rara, muy rara, se notaba ansiedad en el ambiente. Me bañé y esperé a que mi madre terminara de ver la sacrosanta hora de La fea más bella (o también La chingadera más fea) y partimos a cenar. Mi hermanita deseaba un poco de fiesta y mis papás cenar (yo deseaba encontrarme con mi destino) así que le dieron gusto y caímos en el Barbarroja.

Después de cuarenta horas (la exageración es parte de la misma que viví en el Barbarroja) pegamos el Grito, cenamos y a la 01:10 salimos de ahí. Entre el calor de Acapulco, la previa calentada de “trío de tres” de Esponda y el carácter incorregible de mi hermana, yo iba con la temperatura a tope. Así por fin llegamos a mi casa, dejé a mis padres y partí con rumbo a casa de Grillo sin saber realmente como iba a estar la situación. Lo siguiente se puede traducir en múltiples llamadas a través de su Nextel y el mío y fue más o menos así:

- ¿Grillo? –preguntaba mientras esperaba a que él contestara su Nextel.

- ¡Vargas! –el ruido era indescriptible, se escuchaban alaridos de mujeres histéricas, música y cristales entrechocando.

- ¿Qué pedo, dónde estás?

- ¡Wey, estamos en el Alebrije, ya no esperamos más! –en efecto, podía constatar la veracidad de sus palabras a partir de la ansiedad que mostraba al hablar, estoy seguro que con un poco menos de ruido, hasta podría haberlo escuchado bufar.

- Puta madre…no me esperan…bueno, voy para allá –contesté.

- Si wey, cualquier pedo me buscas por Nextel y salgo.

Me dio las indicaciones de dónde se encontraban y me dirigí al Alebrije. Sufrí unos minutos para encontrar lugar dónde estacionar la Pick-up de mi padre y llegué por fin a la entrada. Entré, nuevamente como en Año nuevo, rapidisisisimo –noten el superlativo acrecentado, ya que así fue, ni me tuve que parar. Estaba confundido. Los gritos, el humo, las hormonas, todo estaba mezclado y no los encontraba. Oteaba el horizonte en busca de mis amigos cuando lo ví…

Ahí, a lo lejos, veía a Esponda que saltaba eufórico haciéndome señales, mientras atrás Grillo estaba preparando las ofrendas para Dionisio. “Esto se va a poner heavy”, pensé, y llegué con una sonrisa a saludar a mis amigos. Lo que sucedió a continuación fue una mezcla de barbaridades. Después de haber sido zangoloteado por Esponda –que traía ya varias botellas, no copas, encima–, Grillo me hizo parte de su sacrificio a Dionisio: dos caballitos de un solo, PUM, ya estás. Después de eso, como buen sacerdote del templo, me sirvió un whiskey y comencé a disfrutar del tiempo.

Mientras yo me movía al compás de la música, Grillo rezaba a sus dioses y corrompía a los que estaban alrededor de nuestra mesa y Esponda se azotaba las nalgas al lado de una mujer muy buena pero muy naca que terminó por hacer caso omiso no sólo de él, también de nosotros, por miedo principalmente a Dionisio. Paganos. Estaba en eso, disfrutando de la visión de mi amigo Esponda, cuando Grillo me grita:

- No mames, ahí está el Capi y ¡con dos viejas! –nótese que la sorpresa no era verlo, si no las mujeres que lo rodeaban.

El Capi es su hermano y si, en efecto, había llegado por su parte, sin pagar el sangriento cover de 400 pesos y platicando con dos mujeres algo mayores en la barra. Sus gestos denotaban su calentura y sus cuerpos parecían a punto de fundir. Es importante resaltar en este punto que Grillo se vio como todo un Virrey, el Virrey sacerdote del templo; Don Grillo se había encargado de regalar no uno, ¡dos pomos! jajaja, uno de tequila y otro de whiskey y con ellos se encargaba de realizar sus ofrendas de maldad. Después de aclarado el punto, continuemos con nuestro relato.

El tiempo seguía su marcha. Los cuerpos se juntaban cada vez más y el alcohol parecía inundar como Katrina todo el maldito lugar. Mientras yo disfrutaba viendo el desastre neuronal que acaecía en el local, Grillo se encargaba de corromper a todo aquel incauto que se acercaba a nuestra mesa. Al inicio eran sólo los que nos rodeaban, a los que agarraba por el antebrazo y les daba un caballito de tequila, cuando eso no bastó, Grillo procedió a emborrachar a los meseros y cuando los meseros ya no fueron suficientes, procedió a corromper a los de seguridad, quienes encantados por las ofrendas de maldad de Grillo, rodeaban nuestra mesa ofreciendo sus cuidados de cualquier borracho mientras el Grillo les llenaba de alcohol sus cuerpos. Sus ojos ya no eran normales, oh no, sus antes ojos grandes se habían transformado en unas diminutas cuencas entrecerradas que brillaban con lujuria y perversidad mientras las explosiones ocurrían sin cesar en nuestra mesa; Grillo estaba preparando menjurjes que prometían elevar el líbido y se contentaba con apendejar a todo aquel que se acercaba a nuestro lugar. ¿Esponda? Saltaba, mientras de fondo se escuchaba la canción “no me molestes, ando borracho, no me molestes pues ando borracho”, a lo cual, Esponda se agitaba y tomaba a todas las mujeres del lugar…la canción fue nombrada de otra manera, cuando el Money Maker supera sus expectativas ya no esta borracho, está espondeando.

Tiempo después subió el Capi con sus dos presas. Esponda se perdió y no lo volví a ver y hasta el momento su paradero es un misterio –“Canal cinco al servicio de la comunidad: se solicita su ayuda para encontrar al Lic. Alejandro Esponda, sufre de sus facultades mentales aquejadas por el alcohol, como marca personal encontrarán sus chapitas enrojecidas y su sonrisa de felicidad. El Capi trató de hacer negocios conmigo y me pidió que le ayudara con una de sus presas, que si bien “podía con el paquete” necesitaba que le hicieran el paro. Lo que ustedes, queridos lectores, no saben, es que las mujeres tenían alrededor de 18 años (en cada nalga) y se veían con un kilometraje de aquí a la Tierra del fuego. Mmmm…No. Mi integridad, mi corazón enamorado y, sobre todo, mi salud mental, me impidieron tomar el riesgo. Sin embargo si acepté platicar con ellas, sin embargo cada vez que abrían la boca sus lenguas viperinas salían y empezaban a rozar todo lo que se les acercaba a tan sólo 15 cm de distancia y después me contaron que se hospedaban en el Copacabana, eso fue suficiente. Preferí irme a caminar por el lugar. Ahí me encontré de todo y eso sale sobrando, el chiste es que al regresar el Capi ya se comía literalmente a una de ellas y la otra me veía mientras se agitaba misteriosamente en el sillón…no me acerqué, temiendo por mi vida y mi cartera.

Para ese momento mi cuerpo se encontraba anegado de whiskey y no coordinaba bien mis movimientos, dado lo cual preferí irme. Me despedí y llegué con mucha dificultad a la camioneta. Ahí tuve que detenerme 20 minutos y el whiskey no parecía ceder. Con mucho sufrimiento me subí y llegué hasta mi casa llevado por la mano de Dios. En verdad no sé cómo le hice para llegar, fue horrible, en serio. Me tardé como 45 min en llegar ya que manejaba a 40 km/h y atravesar la Escénica fue eterno, pensaba que iba a hacer mi nuevo hogar en alguno de esos acantilados. Por fin llegué y la noche también fue eterna ya que además no podía hacer escándalo a las 6 am y tuve que tragarme todo, literalmente todo.

El sábado sufrí una cruda de “jijo de Dios” y terminé curándomela en Barra Vieja con mis padres extrañamente comprensivos que hasta me preparaban las cervezas, jaja, los amo. Ayer fue día familiar ya que mi cuerpo estaba devastado y hasta me compraron unos Puma de mieeeedo. Regresé hoy y ya. Ustedes perdonarán la manera intempestiva con la que corto esta crónica pero es que tengo que arreglar unos asuntos panamericanos y el tiempo vuela…

Gracias y au revoir.


p.d. para verificar la veracidad de estos eventos, pueden consultar las imágenes...no mienten

15.9.06

"Más que nunca, Andrés Manuel López Obrador (...) divide a la opinión de su país. ¿Acaso es un loco desconectado de la realidad, o un visionario decidido a cambiar?, ¿Es el partero de un nuevo México, o su incendiario?".

Le Monde,
rotativo francés,
recomendando a Andrés López una revolución mental
Algo me dice que Acapulco será como una eyaculación precoz...apenas esté sintiendo las cosquillas, ya estaré de regreso en mi oficina, pero mientras: ¡QUÉ VIVA MÉXICO, CABRONES!

14.9.06

Y al fantasma, una prenda

Una presión arriba del vientre y a ambos lados del ombligo, sin embargo nunca debajo de él.

Se pregunta recordando qué se siente hacerle el amor a su fantasma. En un encuentro causal que viene a destronar la casualidad que reina en el sistema bajo el que se encuentran inmersos, se encuentran y se desenmascaran, más él que ella al inicio para al final ella terminar entregando su alma en un llanto privado y silencioso que sólo él puede observar; se deciden a entregarse a una causalidad y se toman uno al otro en medio de territorio neutral, pensando en quienes viven en su hogar. Se toman…quizá esa sea la sensación que busca.

Se besan. Se toman tratando de alcanzar cada resquicio en medio de un desenfreno natural y espiritual. Se encuentran haciéndose el uno al otro de una manera extraña y sin embargo propia. Se montan y frotan el sudor como en una fantasía particular de princesas anhelantes y caballeros exultantes. Se desvanece en medio de un orgasmo espectral derritiendo las ventanas y las toallas. Se pierden en medio del vapor y se tallan con gorras en la cabeza.

¿Qué se siente hacerle el amor al fantasma? Es cómo penetrar por una caverna húmeda y caliente a la velocidad del sonido y sin encontrar fondo. Cómo caerle encima a un águila y ser levantado por los aires en medio de una tempestad. Miedo a flor de piel que inunda la nariz, excitando el deseo. Ver a través, encontrando la almohada, pero sabiendo y sufriendo lo que hay en medio. Probablemente más cosas y quizá ninguna de éstas, o tal vez todas en una misma exhalación inmediata al orgasmo. Casi tan íntimo, eso si cree, como dormir con su fantasma. Es parecido a una presión arriba del vientre y a ambos lados del ombligo, sin embargo nunca debajo de él. Y quizá moriría por encontrarse con su fantasma y hacerle el amor en medio de la nada.

En el sur

13 septiembre 2006

VARGAS GÓMEZ

11.9.06

Tempestas

Hay momentos para hablar.

Hay momentos para escribir.

Hay momentos para fumar y exhalar.

Pero hay pequeñísimos momentos

en los cuáles sólo debes sentarte a

escuchar, cuando la oscuridad te traga

y las sombras se pierden,

dejándote en medio de nada, dónde los destellos

del rayo, por un momento, se parecen a ti.



En medio de la tormenta

09 sept 2006

VARGAS GÓMEZ

6.9.06

LOS MEJORES VIDEOS DEL 2005

En el inter de algo que traigo entre manos, les dejo una colección con los mejores videos del 2005, varios de estos los tengo por separado y apruebo totalmente la edición de esta colección es, simplemente, FENOMENAL, jajajajaja


Maktub...


¡Gracias! Sigo con mi in prefectus de ti...

4.9.06

DE ESAS MUJERES

El alma temblaba asustada, en algún lugar en la profundidad de las entrañas. Si en aquel momento el hombre que estaba en la habitación le hubiera hablado a su alma, se hubiera echado a llorar, hubiera caído en sus brazos.

Teresa sabe que así es el momento en que nace el amor: la mujer no puede resistirse a la voz que llama a su alma asustada; el hombre no puede resistirse a la mujer cuya alma es sensible a su voz.

Milán Kundera


Entonces he llegado a una conclusión: el arrebato –si así se me permitiera llamarle en esta ocasión– pertenece con mayor frecuencia y fuerza a las mujeres que a los hombres. No sé debido a qué molécula o feromona compuesta se deba, sin embargo, las mujeres resultan ser más decididas que los hombres.

Julieta ya nos hablaba de algo así cuando decidió mandar todo al sexto infierno, o Melibea que poco faltó para que taponara el pozo de los deseos con su vestido manchado de sangre y lágrimas. Otras, menos románticas, pero igual de decididas, como aquella que dio la vuelta al mundo en su avioneta o esa otra que dejó su posición económica y satisfacción social para situarse junto al amor de su vida en un proyecto idealista –y no es historia de telenovela–, historia que encuentra parangón hasta en Calcuta. Inclusive, si hacemos un pequeño esfuerzo, podremos reconocer, recordar o inclusive vivir en estos momentos, el caso de alguna mujer así. De esas mujeres que pintan su propia vida rompiendo con lo hecho con anterioridad y se lanzan en pos de un sueño, de esas mujeres que pueden llegar a hacer el amor como si estuvieran encima de una nube. De esas mujeres.

No se a que se deba esa decisión. Si estoy conciente que conozco más casos en los cuales la mujer dejó todo y se fue a cazar su sueño junto con otro hombre, si, conozco más casos de mujeres arrebatadas que de hombres arrojados: mi familia está creada por ellos.

Con lo anterior no pretendo disminuir la presencia, esfuerzo y voluntad de los hombres de mi familia, ya que ellas no eran ingenuas y dejaron todo por que esos hombres les infundieron ese hálito de amor y seguridad que las impulsó y con su diario trabajo y demostración no sólo las amaron, también les entregaron todo a ellas. Esas mujeres en mi familia que merecen un homenaje por su arrebato y decisión, por haber roto con lo hecho para crear algo mejor, esas mujeres, como mi bisabuela, mis dos abuelas y por supuesto, la historia más maravillosa de todas, la de mi madre con mi padre. Ese es del tipo de mujeres que me maravillan por su arrebato y capacidad de amar y luchar al lado (no atrás ni delante) del hombre que aman.

No se cómo suceda ni cuantas puedan serlo. Siempre he deseado encontrarme con una así a la cual entregarle todo lo que seré a su lado y vivir luchando y amándonos para morir fundidos en el mar…y por un momento siento haberla encontrado y mi corazón se revoluciona al impulsarme a construir esa casa con jardín, tres recámaras y los perros. Nos veo haciendo el amor por la mañana en Florencia, comiendo en las Ramblas y durmiendo muy juntos el uno al otro en nuestra cama en México…

Sin embargo, de algo si estoy completamente seguro: tiene que estar locamente enamorada. Y entonces, sólo entonces, es capaz de destruir y crear con la fuerza más maravillosa de la naturaleza.


Por esa mujer...
03 septiembre 2006
LBVG-MFF

3.9.06

Un poquito más de lechita, por favor

"GRRRR"

Melissa Fritsch F.


Si, por favor...quiero un poco más de lechita, pooorrrrrrr favoooorrrrrrrrr. Jajaja...Muy bueno, pero sobre todo la cara de un viejito, la reacción de su esposa y el último wey que, la neta, si se vio atento jajaja. Pero bueno, ahí les dejo esto, después publicaré algo pero son las 2:47 am.

VARGAS

p.d. ¿me regala más leche por favor?

1.9.06

The chest is open

el cofre se abrió...
es la 1:25 am...
que horario más romántico y propicio para que saliera del cofre...y se encuentre al salir con esta oscuridad que lo envuelve y lo protege, de esta forma sus ojos no se dañarán y podrán acostumbrarse de nuevo a esa luz a la cual ya se había desacostumbrado.

EL COFRE SE ABRIÓ.
SE ABRIÓ EL COFRE.
ABRIÓSE EL COFRE.
COFRE EL ABRIOSE
ABRIO EL COFRE
SE ABRIÓ...

Y eso a pesar de los filibusteros y apostadores que juraban no se volvería a abrir. Y eso a pesar de los besos perdidos en el camino. Y eso a pesar de la posmodernidad parada en la esquina. Y eso a pesar del miedo. Y eso a pesar del espacio en medio. Y eso a pesar de que el olor se percibía lejano y ahora inunda mis fosas nasales y chapotea en mis venas.

THE REST IS ALREADY SAID BUT WE HAVE TO WRITE IT.

1:31 am
VARGAS GÓMEZ