26.10.05

DE MI AMOR Y SU MELANCOLÍA

Recomendaciones antes de iniciar la lectura:

1.- Leerse con un narcótico en las venas y en neutral.
2.- Leerse como si se leyera a sí mismo y sin hipócritas egoísmos en los ojos.
3.- Leerse con amor por otra persona en el corazón (o con el intento de) y un dejo de locura en la rutina.
4.- Leerse sólo si tendrá y dejará un comentario al final de leerlo. De lo contrario puede consultar a su médico, “best friend” o parecido y cierre inmediatamente esta ventana.
5.- En caso de ingestión accidental no induzca al vómito ni enjuague con agua. Simplemente háblele y dígale que le ama.
6.- Hagan clic en el siguiente link para escuchar la canción mientras lo leen (y abren mi página en otra página para hacer las dos cosas al mismo tiempo).

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02 Con la frente marchita - Adriana.m4a
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En otoño, que cae como las hojas que se van al viento
Luis Vargas

La nostalgia es a veces, por momentos, tan desgarradora que no te permite caminar. La nostalgia es pérdida perdida. Lo más tremendo de la nostalgia es añorar aquello que ya se fue. Lo más espantoso de la nostalgia es que te acecha con los olores que alguna vez fueron, los espacios ahora vacíos y los lugares ya no más encontrados que, al atravesarlos, invocan a la desdichada, la nostalgia, que viene a pintar lo desdibujado.
Pero la melancolía. La melancolía es por momentos y pocas veces. La melancolía es sueño aterrador que no termina por despertar. Lo más terrible de la melancolía es extrañar todo eso que nunca fue. Lo que jamás será. Lo más mortificante de la melancolía es que viene a torturarte con copretéritos, con tiempos que nunca fueron y que vienen a masacrarte con un tiempo que jamás será.
Lo más terrible del hubiera es que habla de tiempos que nunca fueron, que pudieron haber sido y que provocan la melancolía de aquello que nunca vendrá. Y nadie te escribe diciendo: no consigo olvidarte.
Es por eso que la melancolía me golpea más fuerte. Es por eso, precisamente, que mi cama se recubre de melancolía. Pero no me permite, la melancolía, olvidarte ni tampoco decidirme a odiarte. Porque a veces vivo con nostalgia soñando melancolía
Sé bien que todo lo que pudo haber sido ahora ya no será. Aunque a veces la recuerdo como un sueño perdido en alguna noche de enero invierno que termina, que cae como el deshielo por las ramas de los árboles. Me despierto sin terminar de despertarme, como los sobresaltos que devienen en medio de la noche, al escuchar un ruido o sentir un roce. Así me despierto.
Así a veces la extraño. Porque no me decido a olvidarla y no me permito odiarla. Porque a veces el deseo conjura la melancolía.
A veces soy un pescador que se va a alta mar a cosechar sauces. A veces desearía no conocer más para no seguir con lo conocido. A veces la extraño tanto que daría mi barca, mi cama y mi olvido por encontrarla. Por vivir aquello que probablemente nunca será. Por vivir esos momentos perdidos que hubieran. Por soñar en par.
La paz que has elegido es peor que mi guerra,
lo que pudo haber sido y lo que nunca será
25 OCTUBRE 2005
VARGAS GÓMEZ

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy me has puesto melancólica... has puesto el dedo en la llaga...jejeje. Tiene muchísimo tiempo que no extraño el pasado, la verdad es que me hicieron tanto daño que cuando por fin lo superé, lo dejé atrás junto con todos los sentimientos que alguna vez tuve. Fue la única forma de lograr que dejara de doler... sin embargo, sí extraño lo que no pasó... todos esos pequeños "hubiera", esos instantes que sin saberlo van cambiando tu vida y marcando la dirección por la cual se debe de continuar de una forma tan sútil que cuando te das cuenta ni siquiera sabes bien de cómo llegaste a donde estás. Y es que hoy me di cuenta de que extraño muchísimo todo aquello "que pudo haber sido pero nunca será" y no sabes cómo quisiera tener otra oportunidad, la oportunidad de volver a sentir... Al mismo tiempo comienzo a creer que podría ser que esa oportunidad que busco, la tengo en mis manos en estos momentos, lo malo es que no estoy segura de qué hacer con ella... pero esa ya es otra historia... jajaja.
Te quedó pok madre esta columna.

Luis Vargas dijo...

uf. gracias kike. minusculas. sin acentos. buen comentario. no creo que seas looser. sillas de cafe vacias. tengo una coleccion. me las he llevado conmigo del cafe a mi cuarto. ya no puedo entrar en el.
STOP.

J. F. Santoyo dijo...

Melancolía, musa gélida, fría y desgarradora que aprisiona el alma y nos nos permite avanzar... Avanti amigo, avanti me decías apenas ayer, y confío en que lo harás, saldrás siempre adelante, y sin tin larines de por medio...