9.5.05

Bonanzas hidrocálidas

Si, en efecto, el juego y el alcohol envilecen hasta al alma más pródiga de este mundo. También es cierto que la ociosidad es la madre de todos los vicios. ¿Qué sucede cuando se juntan los tres elementos y, además, dinero? La Feria de San Marcos, en Aguascalientes. No es que propiamente cayera en el alcohol, eso no es lo mío, pero los tres elementos se juntan en la Feria. Eso sí, las garras del juego me atraparon, pero resulté más rápido y filoso, jajaja.

El plan, he de aceptarlo, no me sonaba muy tentador, en especial por la preocupación que traigo encima de vender los boletos, organizar la graduación y terminar el maldito semestre (que más ojeras no me puede provocar). Me parecía más una pérdida de valioso tiempo que otra cosa. Sin embargo la ausencia en tiempo de vacaciones (las últimas fueron tres días allá por diciembre, en mi cumpleaños) y mi fascinación por la Feria de San Marcos me hicieron decidir el asistir. En verdad no me arrepiento.

A pesar de que la historia se podría contar como una mezcla de “Los tres mosqueteros” y “Veinte años después” en la cual yo soy D’Artagnan (el más joven y, obvio, el más galán, jajaja) y mis abuelos y madre: Athos, Porthos y Aramis. En verdad era un grupo muy heterogéneo y entretenido, hacía mucho tiempo que no iba en un viaje así.

Como es de suponer el chofer fui yo. Además de funcionar como gendarme de Don Corleone (quién conozca a mi abuelo, yayo, sabe que bien podría ser El Padrino) y llevarlo por todos lados, cuidar su bastón y sus finanzas en el casino, también era, algo así como el animador. Jajaja. Me la pasé muy bien, muy relajado y sobretodo mis finanzas están muy agradecidas. ¿Por qué? Pues gané una nada despreciable cantidad (la cual omito por razones de respeto y seguridad, no vaya a ser que secuestren mi página) en el Casino. Jajaja, yo estaba hecho un As, no no no, en verdad, el sábado echaba fuego y hasta una mujeres me querían llevar:

- ¡Hola! –decía, casi susurrando una fémina de buen ver y no menos desear– ¿Traes suerte, verdad?
- Algo, algo –decía medio molesto y distraído, y es que aquellos que me han visto apostar saben que no me gusta que me interrumpan, y menos una conejita “hidrocaliente” (ya no era cálida)– esperemos que dure…
- Ja ja ja –risa fingida de la “señorita López”– Ya verás que si –decía al tiempo que me acariciaba la espalda– ¿Con quién vienes?
No la pelé. Me estaba hartando y además acababa de perder doscientos pesos.
- ¿Con quien vienes? – me volvió a preguntar.
- Mis abuelos y mi madre…
- Ahh, un hombre de familia, casi no hay
- “Si, se los comen mujeres como tú –me dieron ganas de decirle, sin embargo opté por la sonrisa mustia y concentrarme en mi juego.

Total que después de 15 minutos se hartó de que lo más que llegué a tocarle fue la mano cuando ésta se acercó a mis fichas. Así como vino, se fue. Muy bien. Ahora que lo pienso, estaba muy guapa, pero esas enfermedades están a la orden del día, además de que mi dinero me resultaba más importante.

Al final yo estaba haciendo triza la mesa de Albur, después la de Black Jack y los dados. Dios, los dados. Esos dados estaban que ardían, además, con mi insinuante muñequeo, los dados quemaban la mesa, jajajaja. Esos insinuante movimientos de muñeca.

En verdad me fue muy bien, sobre todo la noche del sábado. También fui al concierto de Marco Antonio Solís (el Buki) y de Ana Gabriel…o, como le dicen allá, la variedad del Palenque. Jajaja. Compré varias cosas. Con mi nueva fortuna cambié de cartera (carajo, el dinero se merecía diferente envoltorio, jajaja, además la otra era ya muy vieja, 4 años y medio), me compré unos zapatos, playeras. Bueno. Ajuareado el muchacho salió.

Visitamos Villa Hidalgo (un pueblo de esos perdidos en México). Regresamos hoy domingo al D.F. Nos detuvimos en León. Descubrí que si bien andan en bicicleta y las calles tienen polvo (jajajaja) ¡tienen metrobús! Se llama Optibus y no es tan grande ni ostentoso como el metrobús, pero sigue más o menos la idea. Ahí me compré unos zapatos increíbles que desde hacía tiempo venía pidiendo a las personas que visitaban la ciudad y, que raro, nadie me pelaba. También mi cartera y un sombrero…Ese sombrero.

Poco después un tránsito apocalíptico. 1 hora y media, no les miento, para cruzar la última caseta de Querétaro al Estado de México. Yo estaba que bufaba. Pero bueno, ya estoy aquí y brevemente, muy brevemente les resumo lo sucedido en las bonanzas hidrocálidas, esto quizás para explicar las preguntas de aquellas personas que no sabían por qué no había escrito. He aquí la razón. Ahora sí, de regreso a la realidad y no se olviden de comprar boletos…
Abur.

VARGAS GÓMEZ

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al menos la perdida de mi lindo cumpleaños, te fue redituable... jiji
Me da gusto que hayas ganado y la hayas pasado de lo mejor. Espero de verdad vengas relajado y que esta semana te vaya super bien; Le compres un lindo regalo a tu mami y el evento del jueves sea incríble. En contra de la preescripción médica ahi me verás apoyándote al 1000% ...

(Espero tu opinion de mi demo...)
Cuidate mucho
Besos,
Fritx

papialex dijo...

Pinche Vargas te la mamas aqui te andamos buscando como loco wey reportate con Diana que te quiere decir una madre bien importate de tu desmadre del jueves q te puede ayudar sale pinche wey que le haces a la mamada que para como andas seguro te agarraste a la hidrocalida a esas no se le niega jajaja.

dieraven dijo...

no hay fotos? te paso algunas
http://feriadesanmarcos.blogspot.com/