21.2.07

La comunicación, lo virtual y el nuevo milenio.

Cuando me entregaron el primer ejemplar, no pude evitar sentir un escalofrío por todo mi cuerpo. No pude contener una lágrima traicionera que, afortunadamente, resultó ser camaleónica y supo esconderse a modo. Cuando me entregaron mi tesis impresa, el día de ayer, sentí por un breve momento, una felicidad completa, esa que se siente muy pocas veces y por breves instantes.

Ayer me entregaron mi tesis y eso significa que estoy a tan sólo unas semanas de completar, en su totalidad, una etapa de mi vida, la que mas ha durado: la de estudiante obligado. Y menciono estudiante obligado porque, a fin de cuentas, nos "obligaron" nuestros padres. De ahí en adelante me considero un auto didacta y, si la ocasión me lo permite, me convertiré en un estudiante autosuficiente; pero para este último calificativo todavía falta. Por lo menos 2 años.

Por lo pronto, este espacio acaba de empezar la fiesta. Ya tenemos la tesis, ahora nos falta el examen profesional.

A mis padres. A ti, papá, por ser el mapa e instrucciones de la fortaleza. A ti, mamá, por ser las alas de ángel que me permiten soñar día tras día. Gracias por esforzarse toda la vida en ser ejemplares, cuando han sido los mejores. Este trabajo, en parte, les corresponde. Es el de nuestra vida hasta el momento. Gracias por darme la oportunidad de escribir estas letras y ser quién yo he querido ser. Los amo.

A mis abuelos, por esos sabios consejos, siempre tan oportunos, siempre tan pacientes, siempre tan respetuosos, siempre tan amorosos. De cada uno de ustedes he sabido tomar lo que he podido aprehender. Sus huellas son eternas y su camino difícil de igualar. Los tres, cada uno a su manera, ha sido un pilar en mi vida. Yayo, tu astucia y conocimientos. Yaya, mi segunda madre y uno de los amores de mi vida, tu lucha y vida son estampa en la mía. Abuelita Yelba, tus consejos y mediación. Gracias a los tres.

A don Benjamín. Gracias por permanecer a mi lado todo este tiempo que te he necesitado. A ti, con especial dedicatoria, por aquellos viajes eternos y ese cuidado constante hacia mí. Llegará el momento en que te pueda volver a abrazar y platicar de los momentos en que no pudimos seguir riendo juntos.

A mi hermana. Sin que lo sepas y lo provocaras, eres uno de los motores en mi vida. Gracias por ser mi hermana. En mí siempre tendrás el mejor amigo que la vida te haya podido brindar.

A mis tíos. Gracias por todos los consejos, regaños y también por hacerse de la vista gorda cuando era necesario. Gracias por la ayuda cuando la he necesitado. Esas pláticas después de trabajar, esas consultas médicas de urgencia o esas recomendaciones para conseguir un mejor trabajo. Noel, David, Ramón, Ricardo, Remei, Silvia y Ramona. Gracias por que también este trabajo contiene letras que les pertenecen.

A mis amigos. A lo largo de mi vida hay algunos que se han sabido mantener a mi lado. Gracias por respetar mi esencia y aceptarme. Gracias por todos esos ratos de diversión y anécdotas para el futuro. Gracias por ayudarme a olvidar y abrir más los ojos. Gracias por mostrarme, inclusive, características de Internet y observaciones que sin duda me ayudaron a llevarlo a buen puerto. Alejandro, Aldo, Daniel, Alfonso, Anaily, Abascal, Enrique, Frida. A su salud estas letras.

A Roxana. Ro, gracias por ser más que una amiga, mi mejor amiga. A través de esos oscuros momentos que hemos atravesado juntos me has sabido apoyar y escuchar siempre que lo he necesitado. Gracias por existir y ser en mi vida. Gracias por las fiestas, pláticas, cafés, lágrimas y risas. Gracias por ayudarme a poder escribir este trabajo.

A mi familia catalana. Gracias por permitir que me conociera mejor a través de mis raíces. Gracias por las atenciones. Gracias por los viajes, llevándome inclusive más allá de la frontera. Gracias porque, después de todo, fue allá donde surgió la idea de hacer este trabajo que hoy tiene forma.

A Adal. Amigo, gracias por ser más eso que mi asesor. Tus enseñanzas dentro y fuera del salón de clases supieron hacer efecto en mí. Gracias por el apoyo, por creer en mí y en mis ideas y respetar mi posición. Gracias eternas por ayudarme a que las letras que siguen tengan sentido y dirección ¡Hasta la victoria siempre!

A Carlos García y Víctor Ramos. Gracias por sus comentarios oportunos y la ocasión de pulir este trabajo. Por la paciencia y el conocimiento que se ven reflejados en el presente: Muchas gracias.

A Dios. Gracias por bendecirme con esta vida, con esta familia, con estos amigos y con todas las oportunidades que me has ofrecido. Gracias por la fortuna que nunca me ha abandonado.

A todos aquellos que ya no están aquí. Después de todo su transitar en mi vida me ha hecho ser lo que soy ahora. Gracias por haber estado en mi vida y que la fortuna los acompañe, donde quiera que estén y vayan.

A mi Universidad. Gracias a ti, UIC, he podido explotar las oportunidades que tengo hoy y las personas que me rodean. Gracias por brindarme las herramientas con las que prometo llevar siempre en alto tu nombre.




La comunicación, lo virtual y el nuevo milenio: interacción comunicativa a través de Internet

21 FEBRERO 2007
VARGAS GÓMEZ

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya te lo dije pero ahora te lo voy a decir aqui : FELICIDADES!!!!! de verdad no sabes el gusto que me da que haya llegado este dia tan esperado para ti, estoy segura que es una de las tantas cosas buenas que la vida tiene para ti en este año, y pues ... sin palabras ...

;) un beso y un abrazo !!!

Anónimo dijo...

Gurú, tremebundas y magnánimas congratulaciones (disculpa el mal castellano jeje). Q buena noticia; señor, solo falta la "cereza" del pastel.... carajo solo se me ocurre decir FELICIDADES¡¡¡¡¡¡¡¡

kIKE

Anónimo dijo...

Felicidades Luis!!!! Estoy muy contenta por ti, estoy segura que este es solo el comienzo de muchas cosas buenas que la vida tiene para ti!!! Desde Nicaraua te envio muchas felicitacion y Besos. Gaby M.

J. F. Santoyo dijo...

Pues me uno a la comitiva de felicitaciones que merecidamente recibes amigo, quién lo iba a decir? al borde del final de una etapa que empezó hace alrededor de 15 años cuando un pequeño Luis (me imagino) se mostraba receloso a dejar a su madre durante el primer día de clases del kinder... Dios, que fuerte!!!

Reitero, felicitaciones!!!!!!!!