25.9.06

Tres días

Unos minutos han pasado apenas desde que te dejé de ver y la desesperación pretende entrar. Tres días que han pasado como saliva en tu lengua y ya van a terminar; tan sólo tres días de tomarte la mano y pareciera como si nos hubiéramos besado por primera vez hace veinte años.

Y la incertidumbre de pensar que quizás no te vuelva a ver, me mata. Me deshace. Y veo una mujer hablando sola en una esquina, un perro ladrándole a una abeja, una pluma escribiéndole a tu oreja, mi alma llorando unas postales dentro de una carpeta.

La incertidumbre me deshace puesto que ya he probado tus labios y me lleva la muerte y su maldita suerte puesto que se han clavado ya en mi referente.

En realidad es la incertidumbre. No hay peor enfermedad que la duda, que corrompe el alma desde su misma esencia. Dudo de seguir avanzando o dar media vuelta y regresar en dónde te dejé y pedirte una vez más que te quedes, que no te vayas o que por lo menos postergues tu partida, que no son necesarias las playas y mucho menos la plata de las montañas. Dudo al imaginar la fecha de tu retorno, no sé si será en una semana, tres meses o más.

Sigo mi camino. Recorro el trayecto que separa mi casa de tu estación de salida. Tiemblo al pensar que sólo tu palabra y nuestro amor es suficiente para vencer el espacio y las barreras paternales.

Tiemblo porque no sé cuánto tiempo pasará antes de que regreses y nos volvamos a tener, porque no sé si acaso te tardarás tanto en regresar que la incertidumbre me haya matado ya.

Y sigo viendo a la mujer señalando su sombra en una esquina, el perro comiéndose a la abeja, la pluma estallando en tu oreja, y mi alma durmiendo con unas postales dentro de una carpeta.

en la ciudad de los palacios.
25 septiembre 2006
VARGAS GÓMEZ

4 comentarios:

Rs dijo...

wow, como todos tus escritos, muy buenos,con una calidad realmetne buena Felicidades, Gran Estilo!!!!1

Rs dijo...

realmete ***** perdon

J. F. Santoyo dijo...

Parece ser que los fantasmas aún ronda tu alma... ¡pero vaya, hombre! que no será así porsiempre, sólo es cosa de saber exorcizarlos... en su momento sabrás como... AVanti!!! Saludos.

Luis Vargas dijo...

lo mas maravilloso de todo, mi querido Santoyo, es que no se lo escribí a ningún fantasma. Se que el haber escrito tantas cosas a esa fantasma marco de cierta forma la página, eso es indudable, sin embargo también te puedo decir que este año ya no ha sido así. Este texto está inspirado en algo que me sucedió hace muy poco y que tiene otros destinatarios y otros caminos enrevesados. Bendita fortuna que se pueden conocer otros caminos!!!