¿El odio derivación de la supervivencia o la supervivencia derivación del odio? ¿Cuál es el elemento primigenio? ¿Cuál es la variable dependiente? Al parecer, desde mi punto de vista, la supervivencia como derivación del odio. El odio es un elemento inherente al ser humano, desde la Biblia lo encontramos; los hermanos se matan por odio y celos; el ángel más bello se rebela por odio a sí mismo y a su creador.
Si el destino no esta de nuestro lado ¿por qué nos encontramos ésta noche?
Algunas de las preguntas que me he estado planteando últimamente. He ahí el por que de mi silencio. No voy a escribir por escribir, es un insulto a ustedes y a las letras. Ésta es la Introducción, y nunca mejor dicho. Entramos. La inserción de la idea, la introducción de la pregunta en la mente a través de tus ojos.
La lucha entre el transitar del odio al amor: la supervivencia. Viene a mi mente una película -excelente, por cierto-, Exterminio, de Danny Boyle. No es casualidad que lo que salva a los personajes es el amor que se tienen entre ellos y lo que obliga a dar la vida por el otro, resultando en salir victoriosos, juntos, del abismo. El Exterminio de los valores, los principios, de la identidad...tu identidad. Realmente ¿cuantos poseen, poseemos, una identidad original, no reproducida? ¿Tu lenguaje se parece al de tu amiga o tus brindis al de tu amigo? -por citar algunos ejemplos familiares a algunos- y así a cosas mucho más importantes y trascendentales.
En una época de crisis de valores, inmersos en la incertidumbre, egoísmo -exhacerbado, quizá como nunca antes- e ira, parece que el amor reside cada vez menos en nosotros. Parece que pocas personas lo pregonan y, sobre todo, lo viven. Entre separaciones y divorcios -total, siempre me puedo casar 7 veces, ¿no?- se les va la vida a la mayoría y mueren con la mueca en la boca del recuerdo de haber dejado ir al primero de su vida. ¿Ultraconservadurismo o liberalismo posmoderno? ¿Cual es la justa medida? El equilibrio en tu vida -eso sí, te puedo dar una pista, se llama amor.
Estas son algunas de las preguntas que me asaltan últimamente, entre los sueños, por las clases, entre la comida y en los recuerdos. No pretendo dar una solución tajante e iluminada, simplemente dialogar, elucubrar. Si tú quieres puedes siempre escribir. Esta es la introducción. Adentro.
Si el destino no esta de nuestro lado ¿por qué nos encontramos ésta noche?
Algunas de las preguntas que me he estado planteando últimamente. He ahí el por que de mi silencio. No voy a escribir por escribir, es un insulto a ustedes y a las letras. Ésta es la Introducción, y nunca mejor dicho. Entramos. La inserción de la idea, la introducción de la pregunta en la mente a través de tus ojos.
La lucha entre el transitar del odio al amor: la supervivencia. Viene a mi mente una película -excelente, por cierto-, Exterminio, de Danny Boyle. No es casualidad que lo que salva a los personajes es el amor que se tienen entre ellos y lo que obliga a dar la vida por el otro, resultando en salir victoriosos, juntos, del abismo. El Exterminio de los valores, los principios, de la identidad...tu identidad. Realmente ¿cuantos poseen, poseemos, una identidad original, no reproducida? ¿Tu lenguaje se parece al de tu amiga o tus brindis al de tu amigo? -por citar algunos ejemplos familiares a algunos- y así a cosas mucho más importantes y trascendentales.
En una época de crisis de valores, inmersos en la incertidumbre, egoísmo -exhacerbado, quizá como nunca antes- e ira, parece que el amor reside cada vez menos en nosotros. Parece que pocas personas lo pregonan y, sobre todo, lo viven. Entre separaciones y divorcios -total, siempre me puedo casar 7 veces, ¿no?- se les va la vida a la mayoría y mueren con la mueca en la boca del recuerdo de haber dejado ir al primero de su vida. ¿Ultraconservadurismo o liberalismo posmoderno? ¿Cual es la justa medida? El equilibrio en tu vida -eso sí, te puedo dar una pista, se llama amor.
Estas son algunas de las preguntas que me asaltan últimamente, entre los sueños, por las clases, entre la comida y en los recuerdos. No pretendo dar una solución tajante e iluminada, simplemente dialogar, elucubrar. Si tú quieres puedes siempre escribir. Esta es la introducción. Adentro.
1 comentario:
Adentro, pero ya estás dentro, ya llevas tiempo en la introducción, y si no echa un vistazo a las otras columnas que has escrito. Y yo ahora pregunto... ¿estamos siempre en la introducción?
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