desaforar. (De des- y aforar).
tr. Quebrantar los fueros y privilegios que corresponden a alguien.
2. Privar a alguien del fuero o exención que goza, por haber cometido algún delito de los señalados para este caso.
3. prnl. Descomponerse, atreverse, descomedirse.
desafuero. (De desaforar).
m. Acto violento contra la ley.
2. Acción contraria a las buenas costumbres o a los consejos de la sana razón.
3. Der. Hecho que priva de fuero a quien lo tenía.
pendejo. (Del lat. *pectinicŭlus ; de pecten, -ĭnis, pubis).
m. Pelo que nace en el pubis y en las ingles. *
Hoy, martes, tuve una pequeña discusión, recién iniciaba la jornada –a las 7 de la mañana ¿no se les hace un insulto a la madre?– con una compañera de clase. De esas que puedes graduarte, aventar el birrete, brindar con la familia, la novia y el perro, trabajar, comprar casa y al paso del tiempo, cuando te encuentras con un ex-compañero de la universidad y sale a relucir su nombre, nadie se acuerda de ella. Ni de su cara ni de que estudió contigo. Y si te la encuentras en la calle juras que es amiga de algún primo lejano o que la viste en las noticias de las porras de los pumas. De esas.
tr. Quebrantar los fueros y privilegios que corresponden a alguien.
2. Privar a alguien del fuero o exención que goza, por haber cometido algún delito de los señalados para este caso.
3. prnl. Descomponerse, atreverse, descomedirse.
desafuero. (De desaforar).
m. Acto violento contra la ley.
2. Acción contraria a las buenas costumbres o a los consejos de la sana razón.
3. Der. Hecho que priva de fuero a quien lo tenía.
pendejo. (Del lat. *pectinicŭlus ; de pecten, -ĭnis, pubis).
m. Pelo que nace en el pubis y en las ingles. *
Hoy, martes, tuve una pequeña discusión, recién iniciaba la jornada –a las 7 de la mañana ¿no se les hace un insulto a la madre?– con una compañera de clase. De esas que puedes graduarte, aventar el birrete, brindar con la familia, la novia y el perro, trabajar, comprar casa y al paso del tiempo, cuando te encuentras con un ex-compañero de la universidad y sale a relucir su nombre, nadie se acuerda de ella. Ni de su cara ni de que estudió contigo. Y si te la encuentras en la calle juras que es amiga de algún primo lejano o que la viste en las noticias de las porras de los pumas. De esas.
Bueno, ya. Hablando en serio. Empezó a gritar –realmente eso fue lo que hizo, gritar, jamás habló; graznaba– que la única opción para el gobierno del país era López Obrador.
- “Virgencita santa” –exclamé contrariado, al tiempo que me santiguaba, echaba agua bendita e invocaba a San Judas Tadeo.
Me acerqué con ella y traté de exponerle los siguientes puntos:
a) López Obrador llegó democráticamente al poder. No como en su oscuro pasado priísta o cuando quemó urnas en Tabasco. No, de eso los jóvenes no se acuerdan o no saben. Si, en efecto, llegó democráticamente al poder, pero eso, fuera de ser un parapeto, como lo pretende el señor Obrador (cuando argumenta que si el pueblo lo eligió, que sólo el pueblo lo puede quitar…¡Coño, pues convoca a otro plebiscito, ca…!) lo hace aún más responsable de vigilar el cumplimiento de la ley y ser el primero en dar el ejemplo.
Si, en efecto, la democracia es el poder del pueblo, pero en función del pueblo y para el pueblo, no para un esquizofrénico paranoide Mesías de quinta. Si, en efecto, Obrador fue electo democráticamente y, democráticamente está siendo desaforado ¿o acaso el Congreso no es una institución democrática, compuesta para la representación popular?
b) Ahora bien, ¿quién de ustedes sabe porque lo están desaforando? ¿Alguien? No, no, no quiero escuchar las típicas monsergas populistas repetidas por los malolientes perredistas y de los que se quedan “con lo que les contaron”. ¿Quién sabe, fuente fidedigna, porque lo desaforan? Muy bien, de manera muy escueta (porque es elemento para otra columna) lo explicaré: lo están desaforando por pasar por alto una orden de amparo y una decisión de un juez de no seguir construyendo EN PROPIEDAD PRIVADA. Si, así como lo oyes, pequeñuelo. Si llega a presidente va a construir un tercer piso en tu cama si no te cuidas. Bueno, sigo con el cuento, acuéstate bien: pues empezó a construir en el predio El Encino, para poder hacer una vía -¿otra?- para acceso al Hospital ABC. Le dieron la orden de que parara porque estaba afectando una decisión judicial. Le importó lo que te importa a tí que haya tanto odio en el mundo. Fingió que le importaba. Dijo que pararía las obras. ¿A qué no sabes cuánto tiempo se tardó en parar? Un año. Menos mal que lo dijo desde entonces, porque si no apenas estaría deteniendo la obra. Un año se tardó en parar la construcción. Le importó un comino al mesías de quinta. A ver, el beso de las buenas noches…
c) ¿Sabes que significa desaforar? No te me levantes, te me vas a enfermar. Ya estás arropado. Además viene el coco y te jalará los pies. Para aquellos que no sepan y tengan la mínima curiosidad cívica, puse los significados al inicio de la columna. El desafuero no le impide contender a la presidencia. El desafuero hace que pueda ser juzgado por sus errores soberbios –por grandes y pedantes- y que se pueda hacer justicia a un pueblo tan cansado y harto de chingaderas populistas. Esa es la palabra.
Señor Obrador, ya estamos hartos. Estamos hartos de políticas populistas que vienen repitiéndose desde el sexenio de Luis Echeverría. Maniobras populistas que han jodido al país y han favorecido la desviación de recursos tan necesarios para la infraestructura nacional. Políticas populistas que han pretendido dar atole con el dedo a los ciudadanos mientras a sus espaldas les roban sus ahorros, matan de hambre a sus hijos y le rompen la madre al país. Señor Obrador estamos hartos de que se malgasten los recursos en favorecer la imagen personal. ¿Tanto quiere a su pueblo? En vez de preguntarle al pueblo con plebiscitos si se iba o no, pregúnteselo a Pablo Gómez o a su progenitora.
Señor Obrador, estamos hartos. Verdaderamente hartos de que se pretenda tener al pueblo como si fuera un niño al que se le está contando un cuento –tal y como yo narraba los tres puntos anteriores– y que no tiene la capacidad de discreción. De pensar que el mexicano tiene que ser dirigido por una casta de guerreros aztecas 100% nacionales, porque ni qué pensar de la importación ¡SACRILEGIO! ¡NO PODEMOS ABRIRNOS AL EXTERIOR! (de acuerdo a los retrógradas xenófobos obradorcistas o hugosanchistas). Verdaderamente hartos de gobiernos paternalistas que inhiben el crecimiento del pueblo mexicano y su industria.
Señor Obrador, estamos hartos de las mentiras. Estamos hartos de que mientan y lo digan con tal cinismo como si nosotros no entendiéramos o no tuviéramos memoria. Discúlpeme, es un insulto a nuestra inteligencia y a nuestro voto, sagrado utensilio popular. Estamos hartos de los cobardes que, desde Moctezuma, no se atreven a decir las cosas como son y aceptar que, como dirigentes, no supieron actuar a tiempo y servir a un solo señor: el pueblo que gobiernan. Señor Obrador Moctezuma. Aquel que sirve a dos amos, con uno queda mal.
Señor Obrador, estamos hasta la coronilla. Hasta la madre, como dicen por ahí en su pueblo. Estamos hasta la coronilla de disputas entre políticos que lo único que provocan es desgastar, aún más, la débil relación entre los ciudadanos y las instituciones. Resquebrajar el contrato social entre individuos e instituciones y ver que se pelean como perros hambreados el hueso del poder.
Señor Obrador, si alguien debiera de ser innombrable debería de ser usted que a desgastado el clima político nacional. Usted, antes que nadie, desde sus primeras maniobras de querer destruir el horario de verano -¿quién se acuerda de eso?- a la fecha ha contribuido no sólo a desprestigiar la investidura presidencial, también la poca confianza que el pueblo tenía en sus gobernantes. Señor Obrador, estamos negados a seguir aceptando que nuestra economía sea una economía de remaches. Esos déjelos para su ropa interior color amarillo y rosa mexicano. Nuestra economía no puede seguir siendo un parche de “quitar un poquito de aquí pa’ ponerle un poquito allá”. Usted pretende darle dinero a los viejitos quitando dinero destinado a la educación. Ni más ni menos que a la educación. Válgame Dios. Lo más necesario en una cultura, la educación, y usted me la remacha para sus calzones rosa mexicano. No, no, no.
“La gente está harta de la transa, ahora sí que el pueblo se cansa de tanta pinche transa”. Dichas palabras las pronunció usted, Tlatoani mesiánico Obrador, al hablar sobre el predio Paraje San Juan, el 24 de octubre de 2003. Palabras exactas, ni más ni menos. Por cierto, una de las cosas que siempre me han dejado boquiabierto, anonadado, vamos, perplejo, ha sido el increíble, vasto y correcto manejo del español y del cual hace gala. Usted siempre un paso adelante. ¿Está harto de la “pinche” transa? Muy bien. Nosotros también de las suyas.
Señor Obrador, he llegado a una conclusión: una de dos, o es usted muy gaznate –diría pendejo, pero que culpa tienen los vellos púbicos para compararlos con Obrador– para rodearse de un grupo de trabajo que resulta ser de ladrones y vividores del erario público, como lo son Bejarano y Gustavo Ponce. O es usted muy gaznate para no saber que, frente a sus propias narices dilatadas, están robando y usted tan campante tirándole a Fox, desacatando órdenes judiciales y construyendo, ¿por qué no, ya tenemos segundos pisos?, castillos en el aire. Tan gaznate como para escoger ladrones y mentirosos en SU equipo de trabajo “redentor” de la ciudad “de la esperanza”.
O es muy gaznate o es muy perverso. Muy perverso como para ir dejando a sus fieles lacayos a lo largo del camino y hacer uso de métodos maquiavélicos que le permitan llegar a su enfermiza obsesión de poder y reconocimiento. Muy perverso como para mentir y creerse sus mentiras. Muy perverso como para lanzar a la calle sus “cómics” málditos –por la malicia– y tratar de influir en la mente de aquel que apenas y tiene con qué comer. Muy perverso como para hacer negocios a través de terceros y después ser el único que queda impune. Ahumada ya está en la cárcel. Bien. Usted sólo está desaforado…por el momento. Muy perverso como para presentarse como el rayo de esperanza de una ciudad caótica y dejada de la mano de Dios. Después de todo, usted es hijo de Dios y viene a redimirnos de nuestros pecados. Vaya y redima a su grupo, yo prefiero podrirme en la inmundicia azufrosa en vez de tragarme su discurso. Muy perverso como para jugar con la conciencia de millones de habitantes y convocarlos a marchas por algo que ni siquiera entienden por qué se hace. Muy perverso como para llorar porque los medios confabularon en su contra y utilizaron la muerte del Papa para quitarle tiempo en televisión. Sinceramente me inclino por la segunda opción.
De gaznate no tiene nada. Es un tipo muy perverso y maquiavélico. Un tipo con la ética de un esquizofrénico manipulador que cree que todo mundo esta “comploteando” (como dirían los niños bigbrothers) en su contra. Que todo es un ardid oscuro en contra de sus fuerzas benignas e iluminadas. Un tipo que tomó a la ciudad con una deuda acrecentada y que la incrementó en un 200%. Así como lo leen. Si eso hace con la ciudad, ¿qué no hará con el país?
A la niña de mi salón parecía que todo lo anterior le rebotaba en la cerilla de sus orejas. No escuchaba nada porque, además, no dejaba de gritar. Para ella Obrador era justificable puesto que habían existido ladrones antes. Muy bien. Como antes ya mataron yo también puedo matar. No me vengan… La niña no quiso entender y se paró con un brillo de odio en los ojos. Me tachó de burgués y de opositor al avance democrático del país. Caray. Me dijo que antes de Obrador no hubo populistas porque no eran de izquierda (para mayor información, izquierda es una tendencia política; populismo es una arma propagandística, derivada de la publicidad). Me dijo que querían quitarle por las malas lo que no se atrevían a quitarle por la competencia. ¿Quién le está quitando algo a Obrador? No puedes quitarle algo que nunca fue suyo. O, acaso ¿ya era presidente? El desafuero es, repito, la posibilidad de que se le juzgue por delitos cometidos. Si resulta inocente podrá competir para las elecciones. Si no, ya podrá tomarse el té con Ahumada en la cárcel y jugar baraja española con Raúl Salinas. Amigazos.
Hoy, más que nunca, me preocupa el rumbo que está tomando el país y la poca, escasa, conciencia política que tenemos los mexicanos. La mayoría ni siquiera sabe el nombre de tres secretarios de estado y mucho menos sus funciones. La mayoría prefiere ir a tomarse un cafecito, ver Big Brother o jugar, con alcohol por supuesto, 100 mexicanos (vean el video de mi página) rodeados de amiguitos en su casa. La mayoría prefiere hacer viajes snobs y wannabe a Europa o Estados Unidos cuando ni siquiera sabe donde está ubicado Acatempan, y mucho menos a qué demonios van a vagar por Europa o Estados Unidos. Van por borregada. La mayoría ni siquiera sabe las aguas que se agitan en este, nuestro convulsionado y confundido país. Hagamos conciencia. Tomemos nuestras responsabilidades cívicas. No permitamos que la mentira y el odio sigan reinando en nuestro país. No permitamos que un mesías encarnado nos cobije con sus mentiras e imaginario. No permitamos la degradación de nuestro país.
El receptor de las críticas correspondientes, Luis Benjamín Vargas Gómez
*DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA.
p.d. ya tengo un nuevo cuestionario, hagan click en la SECCIÓN LINKS...se llama Cuestionario 2, haganlo porfa
2 comentarios:
Me resulta tremendamemte perverso escribir acerca de AMLO... pre candidato populista a la presidencia... ¿qué le espera a México si su profesía maquiavélica se cumple... si López Obrador se convierte en el máximo mandatario? Exigo justicia... y que Dios nos ampare si el llega a la ansiada silla...
Por cierto... olvidé firmar
Vero
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