26.7.06

Destinatario: Velado

No sé que hacer ni por dónde empezar. Y es que ahora me he empezado a enamorar de ti, sin que lo sepas de manera directa y quizá, lo más probable, es que nunca lo sepas. Y es que no sé ni siquiera como identificar esta sensación.

Tu y yo compartimos una historia de hace tiempo ya. Lo más curioso es que comenzamos con una relación de pareja y nos dejamos. Te dejé, tengo que aceptarlo, ya que arrastraba conmigo un fantasma que, si bien no se irá jamás de mi vida, por lo menos ya no me asusta ni me despierta por las noches mojando mi mano (a veces le encuentro escondido entre ciertas prendas o pintado en algunas postales), tan sólo existe y existirá conmigo y de vez cuando, al recordarle, siento melancolía y un poco dolor…una vez felicidad. Me resulta imposible ver a los ojos a mi fantasma y no pensar en pospretérito, en tiempos olvidados y nunca concretados. En destinos curiosamente marcados e incomprensiblemente postergados.

Y sin embargo la historia continuó. Es raro. Intenté ser tu amigo pero no se si lo he logrado. Durante mucho tiempo lo logramos construir pero es que desde unos días para acá, cuando la soledad me ataca de manera intempestiva o cuando deseo compartir y construir con alguien, pienso extrañamente en ti. Tengo que aceptar que me da mucho miedo perderte, ya perdí a una persona que amaba con mi corazón y ahora me queda el alma; es verdad, tengo que aceptarlo. Intenté ser tu amigo y no se lo he logrado, no sé si lo hemos logrado. Y perdona que te incluya en el verbo pero parece que tú tampoco lo has logrado y no sé si lo lograrás.

¿Qué por qué no hemos empezado algo de nuevo? No lo sé bien a ciencia cierta. Es una de las interrogantes que me atormentan en los últimos días. Tal vez es en parte por el miedo, otra por confusión y otra más por mi naturaleza. Tal vez no quiero discernir ni aceptar mi responsabilidad en ello. A veces ni yo me entiendo. No entiendo por que escribo esta carta como si fuera para ti aunque nunca la vayas a recibir. Tal vez la leas, es probable, publicada en un espacio virtual, pero no sé si sabrás que es para ti. Trágicamente, si me lo preguntaras, lo negaría. Es parte de mi insoportable levedad que me arrastra a lugares donde la pasión llama.

Así que ahora me encuentro aquí, sentado en un café sin conocer a nadie y con estos papeles enfrente de mí, tratando de escribir una confesión que más bien parece una carta al niño Dios o los Reyes Magos, ya que nunca te llegará y la ilusión no desaparecerá. Escribiendo un intento de confesión llena de buenos deseos y revelaciones a medias, por temor a no ser correspondido o aceptar mi realidad. No sé si me he portado bien o mal, tampoco llevo un recuento de mis buenas obras ya que las malas me confunden. He tratado de hacer el bien aunque he recibido golpes intencionados en mi corazón. Es más, si tuviera que pedirte un deseo sería fácil: me encantaría enamorarme otra vez (perdona el exabrupto, mi fantasma quiere fumar de mi cigarro, quién le enseñó a fumar no le enseñó a comprar, por lo menos en Sanborns).

No me digas que lo intente, por que ya lo he intentado. Creo que es debido a que he buscado en los lugares incorrectos (¿cuál es el correcto?). No me atosigues con decisiones ya que no se bien por donde caminar. No sé si quiero acostarme al lado de la chimenea, echarme a andar por Praga o mirar por mi balcón en Salamanca, esperando la llegada de alguien que no visitó jamás.
No sé que hacer ni por dónde empezar. Y es que ahora me he empezado a enamorar de ti, sin que lo sepas de manera directa y quizá, lo más probable, es que nunca lo sepas. Tal vez por qué nunca te lo diga o por qué prefiera sosegar el sentimiento. Es mucho el temor que yace dentro de mí y la incertidumbre se ha vuelto vecina de este lugar.

Y es que no sé ni siquiera como identificar esta sensación.

26 / 07 / 2006
VARGAS GÓMEZ
p.d. (volteo discretamente al terminar de escribir)
Bebiendo café con mi fantasma, preguntándole:
¿por que nos dejamos?

3 comentarios:

Fernando X. Domínguez. dijo...

Estos días te siento más humano y esperanzado que antes, será que a lo lejos vislumbras la soledad (sin daños colaterales) y planteando la idea en el pensamiento te asusta, además del cúmulo de sensaciones en nuestra conversación anterior, todo ello me hace pensar en un nombre, Fernanda. Corrígeme si estoy equivocado. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
-----

Mi niño!! quítate esos miedos, no te van a llevar a ningún lado. Sacúdetelos y mándalos a chin... a su ... jajaja Si te estás enamorando y hay una posibilidad de ser correspondido -por más pequeña que sea-, enfréntalo y lucha por ello!!
Yo sé que tienes miedo de caer, aquel vértigo del mal probablemente te inunde pero... tú deberías de ser más fuerte que él y arriesgarte. Ya sé que ya lo hiciste una vez y te contestaron con indecisión pero si tus sentimientos sólo han crecido en vez de disiparse, tal vez valga la pena intentarlo de nuevo...Para qué llenar tu corazón de melancolía cuando tienes la posibilidad de llenarlo de felicidad?? Tal vez sí has buscado en los lugares equivocados, pero eso no significa que debas dejar de hacerlo!.

Pero bueno... en el último de los casos, puedes echarte a andar conmigo por Praga en esta semana que me queda...jajaja
Ya cuando esté allá, echaremos una buena platicada paque me cuentes bien, ok??
Saludos y abrazo!! Te dejo con estas líneas para que las pienses:

'Que no duele el dolor cuando se entrega
El corazón por temor no se niega
que negarse a uno mismo un sentimiento
es marchitarse el alma en un momento'

Te quiero!!
byeeee

Anónimo dijo...

. . . :)