Acabo de regresar de Cuautla.

p.d. and my damn goddess in my highway

y quizá no pongo todo

porque no es el medio para ser

totalmente sincero.

Porque preferiría decir muchas cosas

en persona. Las lágrimas

arden frente al monitor y

sólo se secan en un hombro. Un.

Me siento un poco raro. Triste.

Acabo de regresar de mi fin de semana con la generación, en Cuautla. Se puede resumir en tres palabras: sexo, drogas, rock. Yo no le entré. Hay algo raro con mi generación. El debraye se soltó en general (no en todos) y puedo decir que no sólo no hice nada; no quise hacer nada. No se. No es que no me gustara la fiesta de tres días (vi cosas que nunca había visto, una escena parecida a la escena de la cueva de Matrix 2). Me siento raro...

Llegué hace unos minutos. Me trajo Segoviano. Subí a mi cuarto. Dejé las cosas. Me senté en la cama. Lloré. Triste y extrañamente, lloré. Parecía que hubiera abierto un maldito grifo oxidado y olvidado, para ver si todavía tiene conexión de agua.

No se que me pasa. Estoy muy triste. No se identificar muy bien el porqué. Esponda me decía hace un momento que no tenía porque, que tenía: dinero, amigos, familia, carrera...si, parece ser, amigo mío, que las cosas materiales las tengo. Hermoso.

Hay veces que necesito platicar con alguien, abrirme, no se...Muchos años siempre tuve con quién. Me pasa ahora que mucha gente no está; se encuentran en sus propios asuntos. Y me siento volando. Me siento volando, chinga. Me siento por momento en esa maldita estación de trenes de Bruselas, con todo el mundo pasando alrededor, sin voltear, yo sentado en medio agarrando con fuerza mis maletas, que son mi única relación con todo lo que tenía atrás. Maldita sea, estoy en México ya, con todo lo material que menciona Esponda...y estoy llorando mientras escribo estas lineas, sin saber exactamente por qué.

¿La fiesta? Llegué a la conclusión (como alguna vez se lo llegué a decir a Silvia) de que, salvo ciertas fiestas, muchas veces la presencia de uno en una fiesta es tan solo un elemento dentro de un complejo sistema que interacciona a través de rituales sumamente complejos. Sencillamente: pocas veces eres indispensable para una fiesta. En mi fiesta de generación, durante los tres días, sin parar (tómenlo literal, sin parar), sentí que hubiera dado lo mismo si hubiera ido o no. Lágrimas de coco se derraman por mis mejillas interminables. No sé qué putas me pasa. No lo puedo identificar. Quizá sea eso que mencionaba arriba: me siento solo. Mi error puede ser decirlo entrelineas, esperando que la otra persona se entere y haga algo al respecto. Ya no puedo más así. Me siento solo, triste. Necesito abrazar a alguien. "And oh, my love, my love We both go down together" canta The Decemberists.

Well I got us on a highway an' i got us in a car. Got us goin' faster than we've ever gone before. An' i know it ain't gonna last. An' i know it ain't gonna last.

When i see your eyes arive, they explode like two bugs on glass. Far above the ocean, depp under the sea.

There's a river runnin' dry because of you an' me. She's a goddess on a hiway, a goddess in a car. A goddess goin' faster than she's ever gone before.

Well, you're my friend. And can you see many times

we've been out drinking. Many times we've shared our thoughts.

But did you ever, ever notice, the kind of thoughts I got?

Well you know I have a love, a love for everyone I know.

And you know I have a drive, for life I won't let go.

But sometimes this opposition, comes rising up in me.

This terrible imposition, comes blacking through my mind.

I see a darkness. Bonnie Prince Billy.

13 noviembre 2005

VARGAS GÓMEZ