Estoy que me lleva la... Carajo. Me tengo que enterar por mis padres que mi hermana estaba saliendo con unos amigos míos y que uno en especial la esta cortejando. Coño, eso me revienta. Yo nunca actúo así, las cosas las digo de frente. Me recontraencabrona que a la gente le falte la claridad y el valor para decir las cosas de frente....Ya, iba a decir más, inclusive de cosas que me decepcionaron, pero no vale la pena...
Puesto que no deseo seguir escribiendo -debido a que estoy seguro que solamente saldrían de mi palabras llenas de pus y coraje- voy apublicar una columna que jamás publiqué. La encontré hoy mientras limpiaba mi disco duro. La dejé inconclusa. Y como inconclusos son mis sentimientos, inclusa será la columna...
"El día de hoy tenemos crónica y opinión. Un poco de historia personal. Anteayer fui a una cata de vinos, al Sommelier, con Andrea. Estuvimos ahí un buen rato pero se empezó a sentir mal –la gripa que azota a mis conocidos en general- y preferí que nos fuéramos, a pesar de las reticencias de ella que sabía que deseaba esa cata, a su casa. Hay que ser coherentes con nuestro discurso, siempre he dicho que hay que ponerse en los zapatos de la otra persona.
Ayer fue un día pesado. Universidad. Después me quedé de ver con Anita y Collantes en el Starbucks de mi casa a ver si en una de esas se animaban a comprar aretes, sin embargo no lo hicieron. No importa, la plática fue muy amena. Me acosté tardísimo haciendo tarea la cual terminé con la ayuda valiosísima de Andrea y de Ana que me echaron la mano, de lo contrario, en vez de acostarme a las 3:15 me hubiera acostado a las 4:30. Un pequeño disgusto en la madrugada que me ha venido persiguiendo a lo largo de todo este día no me ha dejado en paz. Va de la mano con el pensamiento que escribí al inicio de esta columna múltiple y, en apariencia, poco coherente. En verdad, uno no debería de ser presionado para dejar de amar, para alejarse de aquellas personas que ama. No debería de ser así. No deberíamos de permitirlo…
Hoy veía las noticias en la mañana. Rita era la noticia, seguida de la afortunada liberación de Romano y rematado con el desafortunado incidente de Ramón Martín Huerta. Los tres eventos me dejaron más pensativo. Traía la plática de la madrugada atorada en la garganta y me cargué de estas tres noticias para seguir con el mismo ritmo en la universidad, ya que cual va siendo mi sorpresa al entrar a mi primera clase, pues que se canceló. Me RE-EMPUTA que se me cancelen las primeras clases; aunado a ese primer momento de rabia, se me incrementó el hecho de que una de las tareas por las que me desvelé ayer era para ESA MATERIA.
Salí de clases. Me subí al transporte público del Distrito Federal, en su modalidad de Microbús, rumbo a mi casa –no había llevado mi camioneta porque no tenía gasolina, no tenía dinero para ponerle y mis padres no los había visto-. En el camino empecé a pensar en el mundo. A continuación un breve extracto de aquellos pensamientos que me inundaron entre movimientos del microbús y olores folklóricos: "
Ayer fue un día pesado. Universidad. Después me quedé de ver con Anita y Collantes en el Starbucks de mi casa a ver si en una de esas se animaban a comprar aretes, sin embargo no lo hicieron. No importa, la plática fue muy amena. Me acosté tardísimo haciendo tarea la cual terminé con la ayuda valiosísima de Andrea y de Ana que me echaron la mano, de lo contrario, en vez de acostarme a las 3:15 me hubiera acostado a las 4:30. Un pequeño disgusto en la madrugada que me ha venido persiguiendo a lo largo de todo este día no me ha dejado en paz. Va de la mano con el pensamiento que escribí al inicio de esta columna múltiple y, en apariencia, poco coherente. En verdad, uno no debería de ser presionado para dejar de amar, para alejarse de aquellas personas que ama. No debería de ser así. No deberíamos de permitirlo…
Hoy veía las noticias en la mañana. Rita era la noticia, seguida de la afortunada liberación de Romano y rematado con el desafortunado incidente de Ramón Martín Huerta. Los tres eventos me dejaron más pensativo. Traía la plática de la madrugada atorada en la garganta y me cargué de estas tres noticias para seguir con el mismo ritmo en la universidad, ya que cual va siendo mi sorpresa al entrar a mi primera clase, pues que se canceló. Me RE-EMPUTA que se me cancelen las primeras clases; aunado a ese primer momento de rabia, se me incrementó el hecho de que una de las tareas por las que me desvelé ayer era para ESA MATERIA.
Salí de clases. Me subí al transporte público del Distrito Federal, en su modalidad de Microbús, rumbo a mi casa –no había llevado mi camioneta porque no tenía gasolina, no tenía dinero para ponerle y mis padres no los había visto-. En el camino empecé a pensar en el mundo. A continuación un breve extracto de aquellos pensamientos que me inundaron entre movimientos del microbús y olores folklóricos: "
Y hasta ahí llegué. La publico tal y como la encontré, con errores ortográficos y de redacción.
Los dejo. Estoy que me lleva. Y para colmo el tiempo sigue su marcha.
24 octubre 2005
LUIS
3 comentarios:
En momentos como los que ahora estás viviendo, similares a los míos, recuerda que sólo queda una cosa por ahcer, sal y grita fuerte:
¡CHICLES, CHICLES!
y tú sabes a que me refiero con eso, amigo...
Lalyz, gracias por tus palabras. Agradezco a Dios que me de personas como tú que se preocupan realmente por saber que pasa o hablar por lo menos para saludar...
A ti, Santoyo, gracias también amigo, las palabras estan de más. Molestia acumulada en general q encontró explosión con lo de mi hermana. Y el corazón que, por mas que pasa el tiempo, no deja de sentir.
Luis,
No te enfades, es la vida, las relaciones saltan donde menos te lo esperas.
Espero que hayas recibido los archivos y te hayan sido utiles.
Un saludo.
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