Cinco años después

Un fin de semana...tranquilo. Sumamente tranquilo.

El fin de semana anterior estuvo mucho más movido, con mucho evento y tareas por hacer. Este viernes fui al Tec después de 5 años de no pisar sus instalaciones, fue un momento sumamente emotivo para mí, no tanto por el Tec (que sigue lleno de nacos en su 98%) sino por los recuerdos que se agolparon en mi mente al momento de pisar sus instalaciones. 5 años después.

Cinco años después recorrí el Tec y lo descubrí tan cambiado como yo. Más edificios, diferentes colores, salones nuevos...la Loma había cambiado...Todo era tan gringo que me dieron ganas de vomitar al respirar por todos lados la mentalidad "emprendedora y triunfadora" del Tec (razón misma de que el 98% de sus alumnos sean unos gatos wannabe). Esa mentalidad que me hizo terminar harto de un sistema que te implantan en la cabeza. Esa mentalidad que también influyó a que me saliera de ahí.

Lo realmente emotivo no fueron esos cambios, más bien los recuerdos. Esos tres años cambiaron mi vida radicalmente. Conocí a todas las personas que, de una u otra forma, han marcado mi vida hasta el momento. Ahí conocí desde el amor nombrado en mujer, hasta mis amigos que me acompañan cuando los demás les da miedo seguir. Yendo al Tec tuve mi primer choque. En el Tec grabé mis primeros 3 cortometrajes. En el Tec abandoné mi hábito de la escritura y lo retomé hasta la Universidad. En el Tec me enamoré. En el Tec amé. Dios, me acordé de tantas cosas que se me hizo un nudo en la garganta.

Caminaba con Sisniega mientras me iba describiendo los cambios (venía de tomarme una cerveza con él en el Tecolote, cinco años después, en el lugar dodne tanto dinero le bajé a Mckay jugando dominó).
Realmente me importaban poco los cambios estéticos y arquitectónicos, no paraba de recordar cada instante y evento que había vivido en todos los rincones del Tec. Quizá el único cambio que me sorprendió fue la Loma. No pude sustraerme de irme a sentar en la banca en la cual departí 3 años, conocí a mis amigos, conocí al amor de mi vida, sometimos votaciones, abofeteé una vaca (jaja)...Tuve que pararme enseguida de esa banca. Más ahora que también estoy terminando la Universidad.

Vi niños de prepa que iban por ahí presumiendo sus brackets y sus celulares. Sonreí, no juzgué. Yo era...más o menos así; recuerdo que era "Papiluy". Bendito Dios que ya no es así.

Muchas cosas han pasado desde entonces. Carajo, cómo ha cambiado mi vida...

Se me fueron las ganas de escribir todo lo demás que quería escribir. Ya me puse melancólico, jajaja. Me despido concretando que ayer mi apellido cambió unas horas en casa de los Villela: de Vargas pasó a ser Bonaparte, jajaja, conquistando el mundo...

Aquellas épocas de las que hablo, de hace 5 años. De ahí sólo uno queda como amigo.