"Caminando entre las gotas de nube que nos inundan.
Amándonos más que nunca"
Vargas Gómez
Son aquellos días lluviosos que nublan mi mente. Días apesadumbrados y grises que huelen a humedad. Días muertos que reviven con el bao que exhalas por entre la bufanda. Días tristes a la expectativa.
Son aquellos días lluviosos, húmedos y tristes los que trastornan la realidad. Esos días que nos afectan y nos llevan, parajes inconclusos, a solucionar una pena. Parados, bajo la lluvia, viéndonos. Caminando entre las gotas de nube que nos inundan. Refugiándonos bajo un árbol o en tu terraza.
Those are the rainy days that dim my mind. Grieved and gray days that smell like humidity. Dead days that get alive with the beam that you throw away among the scarf. Sad days at expectation.
En días grises y lluviosos, como el que hoy me ilumina, me siento vivo. Me siento vivo por el contraste que habita en mi ser. Me siento vivo al ser bañado por las lágrimas del cielo, derramadas por sus hijos, que nunca más lo podrán ver. Me siento vivo cuando corro por la calle y el aire frío y cortante golpea mi cara, como una seda, congelando mis orejas.
En días grises y lluviosos como este que me rodea me siento vivo. Más vivo que en los días que más disfruto, bañado por el calor del sol, ya que en ellos me pierdo, simplemente desaparezco y me confundo en una multitud. En aquellos días lluviosos y apesadumbrados como hoy mi ser emerge de la neblina para dar color al paisaje que me rodea. Me convierto en un haz de luz dentro de un páramo gris. Gris de edificios y gris de cielo. Gris de sonrisas y gris de corazones.
En estos días húmedos y tristes me siento, a veces, triste. Triste de no poder compartirlos con alguien. Triste, a veces, de no querer compartirlos con alguien. Sentados, bebiendo un café mientras nuestras miradas avasallan con el frío que quema a nuestra piel. Abrazados, acostados, modificando el entorno y fundiendo nuestro ser. A veces triste. Sin embargo, me siento aún más vivo.
Those are the rainy days that dim my mind. Grieved and gray days that smell like humidity. Dead days that get alive with the beam that you throw away among the scarf. Sad days at expectation.
Días como estos modifican el humor y conducta de las personas. En la vieja y puritana corrompida Londres o en la tenebrosa y perversa implacable Nueva York. En la siempre negada Ámsterdam, luchando contra su propio destino o en Salamanca, en un frío invierno entre el Tormes y la Compañía de Jesús. En todos esos lugares el humor cambia. Un flemático y ácido inglés en compañía de un agitado siempre receloso agresivo neoyorquino.
Son aquellos días lluviosos que nublan mi mente. Días apesadumbrados y grises que huelen a humedad. Días muertos en los que me siento vivo. Días grises que se pintan de colores con un beso.
Son aquellos días lluviosos, húmedos y tristes los que trastornan la realidad. Esos días que nos afectan y nos llevan, parajes inconclusos, a solucionar una pena. Parados, bajo la lluvia, viéndonos. Caminando entre las gotas de nube que nos inundan. Refugiándonos bajo un árbol o en tu terraza.
Those are the rainy days that dim my mind. Grieved and gray days that smell like humidity. Dead days that get alive with the beam that you throw away among the scarf. Sad days at expectation.
En días grises y lluviosos, como el que hoy me ilumina, me siento vivo. Me siento vivo por el contraste que habita en mi ser. Me siento vivo al ser bañado por las lágrimas del cielo, derramadas por sus hijos, que nunca más lo podrán ver. Me siento vivo cuando corro por la calle y el aire frío y cortante golpea mi cara, como una seda, congelando mis orejas.
En días grises y lluviosos como este que me rodea me siento vivo. Más vivo que en los días que más disfruto, bañado por el calor del sol, ya que en ellos me pierdo, simplemente desaparezco y me confundo en una multitud. En aquellos días lluviosos y apesadumbrados como hoy mi ser emerge de la neblina para dar color al paisaje que me rodea. Me convierto en un haz de luz dentro de un páramo gris. Gris de edificios y gris de cielo. Gris de sonrisas y gris de corazones.
En estos días húmedos y tristes me siento, a veces, triste. Triste de no poder compartirlos con alguien. Triste, a veces, de no querer compartirlos con alguien. Sentados, bebiendo un café mientras nuestras miradas avasallan con el frío que quema a nuestra piel. Abrazados, acostados, modificando el entorno y fundiendo nuestro ser. A veces triste. Sin embargo, me siento aún más vivo.
Those are the rainy days that dim my mind. Grieved and gray days that smell like humidity. Dead days that get alive with the beam that you throw away among the scarf. Sad days at expectation.
Días como estos modifican el humor y conducta de las personas. En la vieja y puritana corrompida Londres o en la tenebrosa y perversa implacable Nueva York. En la siempre negada Ámsterdam, luchando contra su propio destino o en Salamanca, en un frío invierno entre el Tormes y la Compañía de Jesús. En todos esos lugares el humor cambia. Un flemático y ácido inglés en compañía de un agitado siempre receloso agresivo neoyorquino.
Son aquellos días lluviosos que nublan mi mente. Días apesadumbrados y grises que huelen a humedad. Días muertos en los que me siento vivo. Días grises que se pintan de colores con un beso.
Sintiéndome vivo. 14 julio 2005
VARGAS GÓMEZ
2 comentarios:
Baby Lindo, de verdad te doy las gracias por compartir estos bellos pensamientos con nosotros!! Y de todo corazon, le pido a Dios que te siga bendiciendo, y que te de fuerzas en los momentos en que te sientes triste como el que describes. Pero si algo quiero decirte, y es que cuentas conmigo chiquito. Tu lo sabes muy bien. Besos!! GMF
Hola niño!! ya estoy de nuevo visitando tu pagina, que te puedo decir que no te haya dicho ya , me gusto mucho esta columna xq la forma en la que esta escrita me hizo imaginar lo que estabas narrando y si en efecto los días lluviosos pueden modificar el humor de las personas yo me considero una de ellas ,te pone de un humor gris como el día pero si uno logra ver no solo lo gris del día sino ciertas tonalidades de color como dices el caer de las gotas, el sentir el aire, uno puede volver un dia gris en un dia de colores y sentirte bien todo depende de como veas las cosas o mejor dicho las quieras ver, aunque también es valido que alguno de esos días grises por mas que busques no encuentres alguna tonalidad de color y entonces xq no tambien disfrutar de un gris para que la proxima vez que te topes con un dia asi quizás te encontraras con un arcoiris , puede ser ¿no? . En verdad niño muy linda esta columna ya que con lo que escribiste cambio mi forma de pensar acerca de los días lluviosos y pues ánimo que no me gusta pensar que puedas estar triste es dificil no estarlo pero talvez al intentarlo pueda salir una sonrisa, te lo diré yo jaja
tkm
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