4.4.08

Los Querubines

Llegaron. Se acariciaron durante varios minutos antes de que la penetrara. La penetró.

Por alguna razón, ella quiso tomar la situación bajo su control, aún cuando él no quería esta vez hacerlo así. Se gozaron. Se bebieron.

Ella se vino tres veces y él en su cara y en su boca. Unas palabras. “Te amo”.

Ella se acomodó y durmió. Él, a su lado, sólo pudo ponerse un momento. Cinco minutos después, se paró a bañarse. Salió y se acostó a su lado.

Cinco minutos. Se paró, tomó papel y lápiz y se puso a escribir sin notar que, poco a poco, se desdibujaba. Desapareció.

Al día siguiente, ella se fue de viaje a Los Querubines sin haber notado su ausencia, ni el papel, ni el lápiz. Fue, al regresar, cuando ese espacio la invadió y se apoderó de ella…

How I wish, how I wish you were here

04 ABRIL 2008

VARGAS GÓMEZ

1 comentario:

J. F. Santoyo dijo...

Muchas veces lo intenso, lo quen os provoca placer y nos regala gotas de felicidad, irónica y pardójicamente -porque el destino al aprecer, si tiene algo es sentido del humor y también de la ironía-, son momentos fugaces, delicias frugales.