...Porque la retirada no es una opción, la conquista sabe mejor sin invadir para permanecer sin dominar. Porque esto lo he ido haciendo y seguirá siendo mientras exista uno de ustedes que lo guarde en la memoria. Gracias por ser ustedes también autores de este texto... Luis Vargas
10.3.08
9.3.08
Me siento...
¿Hacia dónde ir cuando no quedan lugares nuevos en los que esconderse?
Cuando todos han sido visitados y hasta sudados...
En momentos en los que la desesperación amenazara
con derrumbar castillos, muros y el firmamento.
En momentos en los que el perro negro
pela los dientes y eriza su pelaje,
disponiéndose a saltar encima y no soltarte.
En momentos en los que desearías voltear a tu lado
y verla, sonriendo,
como si nada pasara. Como si nada
hubiera pasado.
Besándote.
Besándola.
Los mismos árboles, un poco más grandes y un poco menos vivos, atestiguan lo que antes ya habían visto, en diferentes tiempos y circunstancias, prefiriendo guardar silencio. Así,
no se puede.
Es como tratar de envejecer con estilo
y morir con propiedad. Se puede
morir con dignidad, con honor,
pero no con propiedad.
Las arrugas siempre serán enemigas del estilo.
Entre cables, barreras, líneas de metal y peatones perdidos,
me siento.
Como si saltaras en un trampolín suspendido sobre un precipio,
sin tener otra opción que seguir saltando.
Como si las ramas de estos mismos árboles fueran dedos
que se aprestan a tomarte y arrebatarte todo lo que te queda.
Así me siento. Con vértigo. Con dolor. Con desesperación.
Con amor expectante.
09 MARZO 2008
7.3.08
Sintiéndose como la mierda
Hay veces que creo, como en este momento, que no debo de amar. Ni siquiera por momentos. Ni siquiera un momento. Hay veces que siento que todo aquello que llego a amar, simplemente se me va.
No se va con el aire.
No se va con la mañana, menos con la noche.
No se va con la marea o el sereno.
Se va con el objeto. Se va con
Hay veces que creo que mi error más fuerte es atreverme a amar: ahora que me he atrevido a hacerlo, me he quedado con el corazón de palmos y las lágrimas flotando.
Eso creo.
Sin embargo estoy seguro de una cosa: que aquello importante, lo más valioso, al parecer lo he olvidado. La vida me ha enseñado miles de sueños y vivencias, pero lo más valioso he olvidado aprenderlo, permitiendo mis confusiones y haciéndome vivir, para no volverlo a olvidar, un día más. Trágicamente, al parecer eso que he olvidado está íntimamente relacionado con mi corazón. Dos errores he cometido –dos–, en esto de las lides del amor…uno ha sido atreverme a amar y la otra es sentir, pedir y llorar mientras, al otro lado del auricular, no se oye otra cosa que: perdón, pero tengo que trabajar.
Y pensar que por ella yo daría dos veces
07 marzo 2008
VARGAS GÓMEZ