¡Puta! Tuve un pésimo día. De esos malditos días que pides esquina, pides paz. Acabo de llegar a mi casa después de un trayecto interminable en microbús. Hoy pasé por varios estados de ánimo: desde alegría al inicio del día, después sosiego, posteriormente enojo, al rato frustración inmensa para entrar en un pequeño estado de tristeza. Llegué a mi casa, empecé a escribir esto y la situación ha cambiado.
Ahora que veo, se nota desde la forma en la que inicio. Ustedes disculparán, en la medida de lo posible y la cotidianeidad no utilizo groserías en mis textos. Simplemente no encontraba mejor manera de describir mi estado de ánimo...
2 horas después...
Acabo de regresar a mi casa. Estoy muchísimo mejor. Pude sacar muchas cosas que traía adentro, molestias y preocupaciones. He comprobado en mi vida que en momentos como éste solamente están aquellas personas que de verdad te quieren, de lo contrario "les da flojera" o tienen "muchas cosas que hacer" y ni se preocupan por hablarte o por decir que sí, que van contigo.
Reflexión (eso es el párrafo anterior). Parte de mi accionar de dejar de buscar. A veces hay que esperar a que nos busquen. ¿No? Y más cuando has buscado demasiado...
Eso es en general. Mi vida en general. Gracias por leer mi trauma del día de hoy y de la última semana. Jajaja.
1 comentario:
No se necesitan muchas palabras.
Te quiero muchísimo y siempre que me necesites, aquí estoy!
Publicar un comentario